Estimada Sra. Manners,: ¿Cómo respondo a la frecuente vergüenza de personas que conozco?
Antecedentes: Soy miembro femenino de la comunidad LGBTQIA+ y tengo muchos amigos queridos que pertenecen a otras comunidades marginadas. Mis derechos y los derechos de las personas que amo son importantes para mí.
Algunas personas que conozco apoyan abiertamente a políticos que quieren despojarme de sus derechos a mí y a otras personas que me importan. No pregunto a la gente sobre sus creencias políticas, sociales, religiosas o morales, así que sólo me entero cuando las anuncian. Lo hacen a través de publicaciones en las redes sociales, prendas de vestir, letreros en el césped y comentarios casuales en conversaciones.
Si descubro que un conocido apoya la privación de mis derechos, me alejo de él. Por eso he recibido algunos comentarios como: “Es una lástima que ni siquiera puedas ser mi amigo porque no coincidimos en política” o: “No sé cómo puedes llamarte inclusivo cuando ni siquiera entras en contacto con personas que piensan diferente a ti”.
Señora Manners, no creo que sea una “diferencia en política” que las mujeres o los miembros de la comunidad LGBTQIA+ deban tener menos derechos. No se trata de apoyar diferentes planes fiscales. No se trata sólo de “pensar diferente”, como si prefiriéramos diferentes sabores de helado.
Me resulta extraño que personas que piensan que merezco menos derechos también quieran ser mis amigos y se quejen cuando me distancio.
¿Hay alguna respuesta cortés que pueda dar cuando recibo otro comentario despotricado acerca de que no puedo dejar de lado estas “diferencias”? Desafortunadamente, me encuentro con esto a menudo.
BUEN LECTOR: Por supuesto, es lógica su observación de que no tiene sentido ofrecer amistad a alguien que le privaría de sus derechos básicos.
Sin embargo, desde una perspectiva de modales, no importa si las personas que hacen esto no pueden entenderlo, o si no te has dado cuenta de que te están tomando a la ligera, o incluso que se están burlando activamente de ti.
Cualquiera sea el caso, estamos donde muchas sociedades han estado antes: divididas en cuestiones fundamentales y constantemente enojadas.
La cuestión es cómo ser oponente de estas personas sin causar conflictos. La respuesta general a esto no es muy diferente de cómo tratar con un cliente enojado en el lugar de trabajo: sea cortés, reservado y cree la mayor distancia física y mental posible entre usted y el cliente al final de la jornada laboral o evento.
Estimada Sra. Manners,: ¿Cuántos “Verys” son demasiados? Mi esposa tiene la costumbre de utilizar “muy” con tanta frecuencia que resulta molesto. Por ejemplo: “Tiene una voz muy, muy, muy fuerte” o “Sus zapatos son muy, muy, muy, muy feos”.
¿Soy muy crítico?
Amable lector: Muy. Aunque Miss Manners personalmente está de acuerdo en que incluso un solo “muy” es una carga, usted debe negociar una cantidad aceptable directamente con su esposa.
Envíe sus preguntas a Miss Manners en su sitio web www.missmanners.com; a su correo electrónico, gentlereader@missmanners.com; o por correo a Miss Manners, Andrews McMeel Syndication, 1130 Walnut St., Kansas City, MO 64106.
















