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¿Como apoyar a un rudo? Aquí están las mayores sorpresas en la historia de la Copa de Melbourne para darle esperanzas a su selección.

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Todo el mundo ama a los rudos, esos improbables perdedores que capturan la imaginación el día de la carrera que paraliza a una nación.

En los más de 160 años de historia de la Copa de Melbourne, la famosa carrera de dos millas ha producido algunas de las sorpresas más emocionantes del deporte.

Desde caballos en los que pocos creían hasta jinetes descartados antes de la salida, estas tomas remotas demuestran que los cuentos de hadas aún pueden hacerse realidad el Día de la Copa.

1. La Perla (1871)

El Roughie no es un concepto nuevo, ya que The Pearl saludó 100-1 en 1871.

En 1871, The Pearl hizo historia con probabilidades de 100:1, convirtiéndose en el ganador con mayores probabilidades que jamás haya visto la Copa. El establo apostó por otro caballo, pero el destino tenía otros planes. La Perla evitó problemas a mitad de carrera y luego se impuso, ganando por dos cuerpos en 3:39.0. Los apostadores quedaron atónitos y las casas de apuestas se tambalearon. Fue uno de los primeros momentos verdaderos en los que “cualquier cosa puede pasar” en las carreras australianas y más de un siglo después sigue siendo un símbolo de la imprevisibilidad de la Copa.

2. Wotan (1936)

100.000 espectadores observaron con incredulidad cómo Wotan, el menos favorecido de Nueva Zelanda, irrumpió del último al primer lugar con un marcador de 100-1. El campo estaba lleno de campeones, pero el golpe final de Wotan no fue exactamente legendario. “Ayer, los cálculos de miles de seguidores se desbarataron cuando la probabilidad de 100 a 1 de que Wotan ganara la Copa de Melbourne”, dijo un periódico. Su tiempo de 3:21.25 batió récords y corazones por igual. La victoria de Wotan sigue siendo uno de los resultados más impresionantes en la historia del automovilismo.

3. El viejo Rowley (1940)

El viejo Rowley no debería estar cerca del objetivo. Con sólo cuatro victorias en 60 largadas, pocos se molestaron en mirar en su dirección. Pero cuando el campo llegó a la recta final, el perdedor 100-1 irrumpió para reclamar una famosa victoria. Los titulares lo describieron como “un perdedor 100/1… que tomó la delantera cuando faltaba un octavo de milla”. Fue un recordatorio de que incluso los caballos más desechados pueden pasar el día al sol.

4. Disparo anular (1948)

La victoria de Rimfire en 1948 fue inolvidable, no sólo por las probabilidades de 80 a 1, sino también por el caos que siguió. El resultado fue un final fotográfico, el primero en la historia de la Copa, y el joven jockey Ray Neville, de sólo 15 años, estuvo en el centro de la acción. La multitud esperó con anticipación mientras se revelaba y juzgaba la imagen. Cuando Rimfire fue declarado ganador, estalló un motín. Fue un momento de juventud, coraje y gran gloria que resumió todo lo que representa la Copa de Melbourne.

5. Hola Jinx (1960)

El atacante neozelandés Hi Jinx sorprendió al público de Flemington al vencer al favorito 50-1.

El atacante neozelandés Hi Jinx sorprendió al público de Flemington al vencer al favorito 50-1.

En la Copa Centenario de Melbourne de 1960, Hi Jinx, una yegua neozelandesa con marca de 50-1, sorprendió a los asistentes a las carreras al derrotar al poderoso Tulloch. El público esperaba que el favorito fuera coronado, pero la resistencia y el corazón de Hi Jinx resultaron más fuertes. Ella cruzó la meta primero, silenciando a los jugadores y añadiendo otro capítulo Kiwi al folklore de la Copa. Su triunfo demostró una vez más por qué esta carrera nunca es segura.

6. Caballero de Plata (1971)

El año anterior a los actos heroicos de Piping Lane, otro neozelandés, Silver Knight, derrotó a los líderes por alrededor de 10-1. Su viaje a Melbourne estuvo a punto de cancelarse antes de que se abriera un vuelo de última hora. El día de la carrera, en medio del caos y múltiples percances en el campo, Silver Knight mantuvo la compostura y aseguró una victoria sorpresa. Fue una historia clásica de la Copa, un caballo que se suponía que no debía estar allí se convirtió en el que los venció a todos.

7. Carril de tuberías (1972)

Piping Lane, que creció en Tasmania y es poco conocido fuera de su estado natal, fue despedido por 40-1. Su jockey John Letts admitió más tarde: “Sólo estamos aquí para hacer los números”. En cambio, Piping Lane irrumpió en casa y ganó cómodamente, derrocando al gran Gunsynd en el proceso. La historia del humilde caballo que cruzó el estrecho de Bass para sorprender a Australia se convirtió en una de las historias más entrañables de la Copa.

8. Piensa en grande (1975)

Think Big estaba fuera de forma y con marca de 33-1 tenía pocas posibilidades de defender su título de 1974. El clima era miserable, el campo era profundo y su entrenador Bart Cummings advirtió que las condiciones no eran las ideales. Pero mientras caía la lluvia y la multitud vitoreaba, Think Big logró un final espectacular, ganando trofeos consecutivos. Fue una poderosa lección de resiliencia y una prueba de que un rayo puede caer dos veces.

9. Príncipe de Penzance (2015)

Michelle Payne en Prince Of Penzance celebra su victoria en la Copa Melbourne 2015

Michelle Payne en Prince Of Penzance celebra su victoria en la Copa Melbourne 2015

Cuando Prince of Penzance irrumpió en casa 100-1 en 2015, ya era historia. La jockey Michelle Payne se convirtió en la primera mujer en ganar la Copa de Melbourne, convirtiendo una larga historia en un momento nacional. “Mi cuerpo se quedó un poco entumecido… Simplemente no podía creer que hubiéramos ganado la Copa de Melbourne”. “Fue un sueño hecho realidad”, dijo después. En su discurso de victoria, instó a sus críticos a “alimentarse”. Esta mezcla de emoción, historia y audacia hizo de este momento uno de los más emblemáticos que jamás haya visto la Copa.

10. La elección del caballero (2024)

Knight’s Choice ingresó a la Copa 2024 como un corredor olvidado con marca de 90-1. El jockey irlandés Robbie Dolan cruzó la línea de meta incrédulo en su primera carrera en la Copa. “Pellízcame, creo que estoy soñando”, dijo momentos después. El caballo no había ganado en diez salidas, pero se impuso en las etapas finales, sorprendiendo tanto a los favoritos como a los aficionados. La entrenadora Sheila Laxon lo calificó como “un viaje fantástico y sorprendente”. Knight’s Choice se unió a la rara compañía de ganadores de copas centenarios y aseguró que el espíritu del rudo esté vivo y coleando en los tiempos modernos.

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