OAKLAND – Los fiscales del condado de Alameda llegaron a acuerdos de declaración de culpabilidad con dos presuntos ladrones. Ambos fueron acusados de inducir a sus víctimas a una falsa sensación de seguridad con la ayuda de una presunta prostituta.
En un caso, Nicholas Lewis, de 31 años, fue sentenciado a nueve días de prisión ya cumplidos, más una sentencia suspendida, después de no refutar el cargo de hurto mayor. En otro caso, Luis Silva, de 24 años, también afirmó que no refutó el cargo de hurto mayor a cambio de una sentencia suspendida de dos años, según muestran los registros judiciales.
Los casos fueron separados pero involucraron acusaciones similares. Lewis fue acusado de robar y rociar gas pimienta a un hombre con la ayuda de Janiya Brown Lee, de 18 años. Según la policía, la noche del 11 de enero, una víctima de 69 años fue asaltada en el Travel Inn en la cuadra 400 de West MacArthur Boulevard en Oakland. En el estrado de los testigos negó haber buscado la compañía de una prostituta y afirmó: “Soy un hombre casado”.
El caso de Brown Lee finalmente fue desestimado, según muestran los registros judiciales. Su abogado argumentó en la audiencia preliminar que ella era joven e “impresionable” y que probablemente fue manipulada para involucrarse en la situación.
Silva fue acusado de robar a un hombre en un Motel 6 local después de recoger a Mónica Trujillo-Ramírez, de 29 años, en un vecindario con mucha prostitución y caminar con ella hasta el hotel. Según los registros, Trujillo Ramírez fue sentenciado a un año de libertad condicional después de no impugnar el robo.
Los dos incidentes fueron parte de una serie de crímenes similares que involucraron a hombres que supuestamente vinieron a Oakland para intercambiar dinero por sexo, sólo para convertirse en víctimas de robos.
Los ejemplos anteriores incluyen uno del año pasado en el que cuatro hombres y una supuesta trabajadora sexual de Mississippi fueron acusados de irrumpir en un hotel y robar a un hombre que recibió un disparo durante la terrible experiencia. Todos ellos han aceptado sentencias que van desde dos años de libertad condicional hasta dos años de prisión, excepto uno, que fue puesto en libertad bajo fianza tras aceptar un trato de guisantes y tiene una orden de arresto, según muestran los registros judiciales.
















