Tony Hawk, la leyenda del skate sinónimo de trucos atrevidos y cultura del skate moderna, tuvo una experiencia durante el fin de semana que estuvo “MUY fuera” de su zona de confort: actuar en un ballet.
El nativo de San Diego y homónimo de “Tony Hawk’s Pro Skater”, de 57 años, hizo su debut en el ballet el sábado cuando subió al escenario para la producción del Golden State Ballet de “El Cascanueces”. Durante la presentación única en el Teatro Cívico de San Diego, Hawk actuó en varias escenas del popular ballet navideño y entretuvo a la audiencia con trucos de vestuario.
“A veces simplemente tienes que decir sí a cosas que están MUY fuera de tu zona de confort, especialmente si tu hija piensa que es gracioso”, escribió en uno el domingo. Instagram Correo.
El Golden State Ballet se burló del cameo de Hawk en “El Cascanueces”. redes socialesA A principios de este mes anunció: “Está intentando algo completamente nuevo”.
“Él apoya las artes en San Diego”, decía la publicación original. “Él hace que su hija se sienta orgullosa”.
“El Cascanueces” es un ballet en dos actos que sigue a una niña llamada Clara que recibe un muñeco cascanueces para Navidad. Cuando el juguete cobra vida mágicamente, defiende a Clara del Rey Ratón y la lleva en el viaje de sus sueños a través del colorido país de los dulces, donde gobierna el Hada de Azúcar.
¿Cómo encaja exactamente un patinador profesional?
Hawk publicó varias fotos y videos de su actuación, incluidas imágenes de su primer cameo durante el número de apertura del ballet. El ícono del deporte irrumpe en la escena nevada frente a la casa de Clara con una bufanda y una gorra de vendedor de periódicos. Corre por el escenario balanceándose sobre su tabla con ambas manos en el aire mientras un oficial de policía corre tras él.
En el segundo acto del ballet, Hawk no fue el único patinador en subir al escenario. Durante el Trepak, el baile ruso favorito del público, Hawk y la joven patinadora Katelyn West se unieron a un trío de bailarines y saltaron en el aire desde un quarter pipe. Al igual que los bailarines, tanto Hawk como West llevaban sombreros de piel de inspiración rusa, túnicas y pantalones rojos holgados. El público estalló en estruendosos aplausos.
Finalmente, Hawk y West subieron al escenario para tocar el telón del espectáculo. No está nada mal, chico patinador.
















